Recién egresado de la Universidad como Ingeniero Industrial fui contratado por una empresa para hacer más eficiente una planta productora de materiales plásticos. Paulatinamente terminé interesándome en los problemas que aquejaban a los empleados, sus necesidades, su falta de motivación y su carencia de sentido de pertenencia, más que de los aspectos técnicos de los que se trataba mi especialidad.
Mi oficina se convirtió en un punto de reunión donde escuchaba sus demandas e intentaba motivarlos. Al poco tiempo terminé como mediador entre los intereses del patrón, de los líderes sindicales y del trabajador. Este cambio de enfoque: ¿Debía interpretarlo como un error? En ese momento, toda mi formación técnica resultaba sin sentido, lo que en realidad me apasionaba era el trato con la gente, la resolución de conflictos, las relaciones humanas y cómo mantenerlas en armonía.
Años más tarde esta motivación me llevó a Canadá en donde pretendía capacitarme por algunos meses, que se convirtieron en más de seis años de trabajo y estudio continuo sobre la conducta humana. Pronto mis habilidades y la gran inspiración del Dr. Alan Li, reconocido líder comunitario, me llevaron a ser parte del Centro Comunitario Regent Park adquiriendo un rol de liderazgo en la comunidad hispana, para entonces ya comprendía que existen ciertas características y habilidades que son innatas en las personas y que no importa cuánto insistamos nada las cambiará.
En los procesos de transferencia de conocimientos así como en el de otorgar apoyo a numerosas personas en situaciones de vulnerabilidad aprendí que afortunadamente todos somos inteligentes en diferentes áreas; que existen supuestas deficiencias que son compensadas por otras capacidades y que esto está relacionado con nuestro estilo de temperamento.
Entendí que el ser diferentes no sólo es bueno, es además deseable. Reconocer, aceptar y apreciar mis fortalezas y limitaciones así como reconocer las de los demás construyó fenomenales puentes que resultaron en una mejor comunicación y una mejor interrelación con esos “otros”.
Aprendí que todas las personas son capaces de resolver sus propios problemas si son provistas de la información y el apoyo apropiados, además de la oportunidad de ser escuchados en un ambiente de seguridad y confidencialidad.
Durante el proceso de ayudar a otros y de diseñar cursos, talleres, certificaciones, diplomados identifiqué asuntos de inequidad y discriminación y cómo afectan a nuestras comunidades. Así, me interesé en desarrollar estrategias integrales de cambio.
Fui testigo de que las personas una vez empoderadas son capaces de ayudarse unas a otras formando redes de apoyo capaces de replicar los conocimientos y los beneficios adquiridos
Y así, regresé a México con la firme intención de replicar lo aprendido. Tuve la necesidad de articular muy diferentes esfuerzos que ahora hacen, de lo que algún día fue un anhelo, una realidad: El ICAT a.c. (www.icat.org.mx) donde saber ser, es saber estar…
Hoy con más de 20 años de experiencia y con el afán de acrecentar mi formación, he integrado a mi práctica el Análisis Existencial y mi trayectoria como Consejero en Análisis de Temperamento ha sido campo fértil para convertirme en Terapeuta Existencial, ya que descubrí que el máximo desarrollo del potencial de un ser humano radica no sólo en su esencia, sino lo que hace con ello en su existencia para alcanzar una mayor plenitud, siempre con lo más importante: La Aprobación Personal.
¿Te gustaría conocerme?
Modalidades
Familiar
De pareja
Individual
Grupal
Conoce a mi equipo
Profesora María Elena Castillo Avila
Profesora de Educación Primaria egresada de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, cursó la Licenciatura en Educación Primaria en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Ejerció la docencia frente a grupo en el sistema público y simultáneamente en el sistema de escuelas particulares. Participó destacadamente en el programa de Carrera Magisterial y colaboró en el nivel de Supervisión Escolar. Fue dictaminada como Directora de Educación Primaria, ejerciendo este cargo hasta su jubilación. Desde entonces y hasta la fecha se integra al ICAT acreditando todas las Etapas de formación y certificación como Analista de Temperamento, Facilitadora de Grupos Life Skills, Analista Existencial y como Consejera en Análisis de Temperamento.
Claudia Cueto
Originaria del Distrito Federal (DF) ahora Ciudad de México.
Diseñador Gráfico de profesión disfruta mucho de la música, la lectura y de todo aquello que le permita aprender. ICAT le brindó la oportunidad de descubrir y conocer a fondo el Análisis de Temperamento y el Análisis Existencial. Colaborar con ICAT le permite seguir aprendiendo, así como compartir el conocimiento y la experiencia adquiridos.