- No compara a las personas entre sí, y no las clasifica como mejores o peores.
- Se comunica de manera efectiva, al sintonizarse con el estilo de comunicación de su interlocutor.
- Resuelve conflictos efectivamente, al poder descifrar las conductas relacionadas con las necesidades no satisfechas.
- Está consciente de cómo impacta su conducta en los demás.
- Sabe que, para generar un cambio positivo en una relación, debe actuar de modo diferente.
- Es hábil para incidir en las personas en las que le interesa incidir.
- Es capaz de apagar su diálogo interno para escuchar sin juzgar.
- Está preparado para pertenecer a un grupo con necesidades actuales de apreciación de las diferencias.
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